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Desperfectos en el piso: ¿qué dice la ley sobre dejar de pagar el alquiler?

El alquiler de una vivienda puede generar conflictos cuando surgen daños o problemas de mantenimiento. En estos casos, muchos inquilinos se cuestionan si tienen el derecho de dejar de pagar el alquiler como una forma de presionar al propietario para que repare el inmueble. Sin embargo, esta acción debe ajustarse a la normativa que regula los derechos y obligaciones tanto de inquilinos como de arrendadores. En Finques Campanyà te explicamos qué dice la ley al respecto.

 

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), el propietario tiene la obligación de realizar las reparaciones necesarias para mantener la vivienda en condiciones habitables, sin que esto justifique un aumento en la renta. Esto incluye aquellas reparaciones que no sean producto del mal uso por parte del arrendatario. Sin embargo, las pequeñas reparaciones que resulten del desgaste normal del uso son responsabilidad del inquilino.

 

Si bien la ley establece estas directrices, no aborda todos los posibles escenarios que pueden ocurrir en una relación de alquiler, dejando lugar a diversas interpretaciones y situaciones particulares. En cuanto a la posibilidad de suspender el pago del alquiler debido a desperfectos en la vivienda, la respuesta es no. Dejar de abonar la renta puede dar lugar a la resolución del contrato y, en caso de impago, el propietario puede iniciar un proceso de desahucio.

 

Si el propietario no realiza las reparaciones correspondientes, el inquilino debe notificarle por escrito sobre la necesidad de arreglos. Si no obtiene respuesta, puede recurrir a acciones judiciales para exigir el cumplimiento de las obligaciones del arrendador o, incluso, solicitar la resolución del contrato. En algunos casos, el inquilino puede proceder a realizar las reparaciones urgentes y reclamar los gastos al propietario, siempre y cuando haya comunicado previamente la necesidad de intervención.

 

La nueva ley establece que el inquilino debe informar al arrendador de cualquier desperfecto que afecte la habitabilidad del inmueble. Si las reparaciones son urgentes, el inquilino puede realizarlas y pedir el reembolso al propietario. Aunque la ley no fija plazos específicos para que el arrendador repare los daños, el propietario debe cumplir con esta obligación de manera razonable. Si no lo hace, el inquilino puede considerar tomar medidas legales.