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El futuro del Senior Living en España: Innovación y cumplimiento normativo

El sector de la vivienda para mayores en España se encuentra en una encrucijada, con un gran potencial pero también diversos obstáculos que dificultan su consolidación como un modelo atractivo y sostenible. A pesar de las oportunidades que presenta, especialmente frente al envejecimiento de la población, existen importantes desafíos. Recientemente, varios expertos debatieron sobre el futuro de este sector en un evento especializado, señalando tanto sus retos como sus posibilidades. En Finques Campanyà te contamos cuál es el futuro de esta forma de vida.

 

El sector se enfrenta a una madurez limitada, con pocos operadores consolidados y una estructura aún inmadura. Aunque en países como Francia o Alemania ya existen operadores establecidos y listas de espera, en España el mercado todavía no cuenta con una demanda homogénea ni una ocupación estabilizada. Esto se ve reflejado en la falta de datos fiables y en la ausencia de un historial de éxito en proyectos similares, lo que incrementa la dificultad para los inversores.

 

Las inversiones en el sector siguen siendo limitadas debido a diversos factores. Aunque algunas firmas han invertido en activos relacionados con mayores, las iniciativas específicamente dirigidas a este sector son escasas. Además, los proyectos de vivienda para mayores enfrentan barreras significativas, como la competencia por suelo urbano, limitaciones normativas y altos costes de construcción. Esto provoca que los proyectos se desarrollen a un ritmo mucho más lento que otros usos inmobiliarios, lo que incrementa el riesgo para los inversores.

 

Otro desafío clave es la regulación. Aunque algunas comunidades han avanzado en la creación de marcos normativos para la vivienda colaborativa, muchas otras aún carecen de claridad jurídica, lo que dificulta la expansión del modelo.

 

En cuanto a la gestión, los expertos destacan la importancia de contar con operadores especializados que puedan garantizar la viabilidad y éxito de los proyectos. Sin embargo, en España aún falta experiencia y capacidad operativa para sostener estos proyectos a gran escala, lo que genera incertidumbre financiera.

 

A pesar de estos retos, se reconoce que el sector tiene un futuro prometedor, especialmente debido a la creciente demanda de alternativas residenciales para mayores. Para que este modelo prospere, será esencial crear un marco normativo claro, desarrollar operadores especializados y reducir la percepción de riesgo a través de datos más concretos.