¿Qué establece la ley sobre alquilar mi vivienda habitual?
En algunos casos, puede ser necesario alquilar la vivienda habitual, es decir, el lugar donde una persona reside de forma permanente. Si bien esto es legal, es importante tener en cuenta diversas implicaciones dependiendo de si se han recibido ayudas para la adquisición del inmueble o si se encuentra hipotecado. En Finques Campanyà te respondemos algunas preguntas frecuentes sobre este tema.
Alquilar una vivienda habitual es completamente legal siempre que cumpla con los requisitos de habitabilidad establecidos por la ley. Para hacerlo, será necesario encontrar un inquilino y firmar un contrato de arrendamiento que estipule el monto de la renta y las condiciones del acuerdo. Si te mudas a otro lugar, la vivienda alquilada deja de ser tu residencia principal, y la nueva vivienda pasará a ocupar ese lugar. Esto puede tener varias consecuencias.
Una de las principales repercusiones es la pérdida de beneficios fiscales en el IRPF. Si adquiriste la propiedad antes del 1 de enero de 2013 y aplicabas una deducción por vivienda habitual hipotecada, perderás dicho beneficio, ya que la Agencia Tributaria exige que la casa siga siendo tu residencia principal para mantener la deducción. Además, los ingresos obtenidos del alquiler deben ser declarados en la renta, ya que omitir esta declaración o falsear información puede acarrear sanciones por parte de la Agencia Tributaria.
Es fundamental también actualizar tu empadronamiento en el nuevo domicilio, ya que no hacerlo podría ser considerado un falso empadronamiento, lo cual conlleva multas que varían según el municipio.
Respecto a las viviendas recién adquiridas, no existe ninguna restricción legal para alquilarlas. Sin embargo, si has recibido bonificaciones fiscales o exenciones, como en el caso del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para jóvenes, podrías perder estos beneficios si alquilas la propiedad antes de cumplir con los requisitos establecidos. En el caso de viviendas protegidas, es imprescindible obtener la autorización pertinente para evitar sanciones.
Finalmente, si la vivienda está hipotecada, generalmente se puede alquilar siempre que no haya restricciones en el contrato de la hipoteca, aunque se recomienda revisar las condiciones antes de tomar cualquier decisión.