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La importancia de conocer la causa de necesidad al alquilar una vivienda

En España, el mercado inmobiliario está experimentando un aumento continuo tanto en los precios de venta como en los alquileres de viviendas. A pesar de esta tendencia alcista, muchos optan por el alquiler debido a su flexibilidad para cambiar de residencia a lo largo de la vida. Sin embargo, existe una cláusula legal que permite a los propietarios recuperar sus propiedades alquiladas para uso propio o de sus familiares cercanos, conocida como desahucio por causa de necesidad. En Finques Campanyà te explicamos la importancia de conocer la causa de necesidad al alquilar una vivienda

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, los contratos de alquiler de vivienda habitual se prorrogan automáticamente anualmente, salvo que el inquilino manifieste lo contrario, hasta alcanzar un mínimo de cinco años. Sin embargo, el propietario no tiene la opción de renunciar a esta prórroga obligatoria.

Para que tenga lugar el desahucio por causa de necesidad, el arrendador debe comunicar al inquilino su necesidad de recuperar la vivienda al menos dos meses antes de la fecha en que la necesitará. Esta comunicación debe ser justificada y puede ser para su uso personal, el de sus familiares directos o en casos de separación o divorcio.

Si el propietario no ocupa la vivienda en el plazo de tres meses después del desahucio, el inquilino puede exigir un nuevo contrato bajo las mismas condiciones. Si hay desacuerdo, se puede buscar resolución a través de los tribunales..

Sin embargo, si el arrendador cumple con todos los requisitos legales y el inquilino se niega a abandonar la propiedad, la única solución es recurrir a los tribunales para iniciar un proceso de desahucio. En este caso, el inquilino puede ser condenado a pagar las costas legales y posiblemente una indemnización al arrendador por los daños ocasionados.

El desahucio por causa de necesidad ofrece un mecanismo legal para que los propietarios recuperen sus viviendas alquiladas para uso propio o de sus familiares, pero debe seguirse un proceso específico y justificarse adecuadamente ante la ley.