¿Qué opciones tengo para financiar la reforma de mi vivienda?
En algún momento de la vida tenemos la necesidad de realizar reformas, bien sea para darle un aire nuevo a nuestro hogar o incluso para realizar una transformación completa y adaptarla a los nuevos tiempos y necesidades.
Sin embargo, no todo el mundo tiene una capacidad ahorradora para poder costear los cambios de su vivienda.
En Finques Campanyà te contamos cuáles son las principales opciones para poder financiar las reformas en una vivienda. La adecuación de cada una dependerá de la cantidad de dinero necesaria a invertir.
Ampliación de la hipoteca
Esta alternativa conviene en el caso de necesitar una gran cantidad de dinero para acometer trabajos de más envergadura que requieran más de 50.000 €, ya que tienen un tipo de interés más bajo que cualquier crédito al consumo o que otro tipo de préstamo, por ejemplo, personal. El mayor inconveniente de esta alternativa es que el banco puede exigir una subida del tipo de interés, aunque habitualmente lo que se suele hacer es ampliar el plazo de la hipoteca para no subir las cuotas.
Pedir un préstamo personal
Para cantidades de dinero más pequeñas la alternativa puede ser pedir un préstamo personal, ya que cuenta con un interés más caro, aunque varían dependiendo de la entidad en la que se solicite. Para un préstamo personal se pueden pedir cantidades de entre 1.000 € y 50.000 € con un plazo de devolución que va desde los 6 meses hasta los 10 años.
Para evitar problemas a futuro lo más recomendable es solicitar servicios de financiación por medio de entidades reguladas, ya que en el mercado existen muchísimas empresas a las que acuden algunos consumidores, con el riesgo de que este tipo de financiación no está supervisada por el Banco de España. De ahí, que se puedan sufrir consecuencias por no conocer bien las condiciones que suelen ser más gravosas al exigir menos requisitos para su concesión.
Sobre todo, es fundamental analizar nuestra capacidad de pago, ya que, de no poder afrontarlo, se nos aplicará un interés de demora que se establece en el contrato, así como un incremento de los costes de comisiones por reclamación de posiciones deudoras e intereses adicionales.